domingo, 15 de junio de 2014

Excursión a las Arribes del Duero

El pasado Puente de Mayo, hicimos una excursión, de dos días, a las Arribes del Duero.

Empezamos la excursión en el pueblo portugués de Miranda do Douro, del que partía una ruta en barco por el río Duero. Desde el barco que recorría las aguas internacionales que hay entre los dos países ibéricos, España y Portugal, pudimos ver aviones roqueros, golondrinas dáuricas y vencejos reales que sobrevolaban el río deleitándome con sus acrobacias. En los roquedos, roqueros solitarios y tarabillas comunes buscaban algún insecto que llevarse a la boca mientras los cielos eran custodiados por chovas piquirrojas, cernícalos vulgares, buitres leonados, un águila real juvenil y un águila perdicera. 


Cárcavas en Miranda do Douro

Pasamos la noche en Aldeadávila (Salamanca), y al día siguiente fuimos al Mirador de las Janas, en la localidad de Saucelle, donde vimos más buitres leonados, alimoches, milanos negros y aves paseriformes como cogujadas comunes, trigueros, tarabillas comunes y un escribano hortelano hembra.

Después, fuimos al Pozo de los Humos, donde apenas vimos aviones roqueros y algún buitre leonado, pero por el camino que hay desde el pueblo hasta el Pozo (hay dos caminos: uno en choche y otro a pie, nosotros fuimos a pie) vimos tarabillas comunes, trigueros, jilgueros, verdecillos y hasta tres
preciosas oropéndolas. 

Pozo de los Humos
Después de comer, cogimos otro barco desde Aldeadávila, desde el que no vimos nada nuevo: más aviones roqueros, más buitres leonados, alguna chova piquirroja, algún cormorán grande y otra oropéndola.

Pared rocosa en Aldeadávila




No hay comentarios:

Publicar un comentario